miércoles, 26 de enero de 2011

La civilización empática.


Nos hallamos ante una encrucijada única. Nunca antes en
la historia una generación había tenido ante sí tantos retos
(la crisis ecológica y las demás dimensiones de nuestra crisis
sistémica) y tantas oportunidades (lo que aprendemos
a través de las ciencias y del contacto con otras culturas, lo
que comunicamos a través de internet). El primatólogo
Frans de Waal, que ha estudiado en profundidad el comportamiento
altruista en diversos primates, afirma que el
ser humano es un “simio bipolar”: somos capaces de ser
más altruistas que cualquier otro animal, y también somos
capaces de ser mucho más crueles. Tenemos, como personas,
un potencial para lo mejor y para lo peor. Y en la
encrucijada actual, nuestra sociedad también puede evolucionar
hacia lo mucho mejor o involucionar hacia lo peor.
Necesitamos un nuevo tipo de civilización, una “civilización
empática”. Esta es la conclusión del analista de tendencias
Jeremy Rifkin, presidente de la Foundation on
Economic Trends y consejero de diversos gobiernos (el de
Zapatero incluido). La empatía es la aptitud psicológica
que nos permite entrar en el ser de otro y saber cómo
siente y cómo piensa. Recibimos empatía cuando sentimos
que nos escuchan de verdad. Ello es clave para el
bienestar personal y para el bien común. Así, explica
Rifkin, la destructividad no es intrínseca a la naturaleza
humana, sino que surge cuando el bebé fracasa repetidamente
en sus esfuerzos por recibir empatía.
La civilización empática es un estudio monumental,
basado en una rica variedad de fuentes de las ciencias
naturales y sociales (que se refleja en más de ochenta
páginas de bibliografía y notas). Rifkin propone una nueva
interpretación de la naturaleza humana y de nuestra evolución
como especie, una interpretación a la vez realista y
acorde con nuestras mejores posibilidades. (Tecleando “la
civilización empática” en YouTube puede verse un rápido
resumen del libro a través de una interesante
técnica de animación.)Rifkin constata que la
conciencia humana ha ido evolucionando a través
de la historia, y que ahora nuestra única
oportunidad para construir un mundo mejor
es transformarnos en homo empathicus, extendiendo nuestra empatía natural al conjunto de la humanidad y de la comunidad de la biosfera. Entre las ruinas
de las estructuras e instituciones que se han quedado
ya obsoletas, una civilización empática está empezando a
emerger. Este proceso es, según Rifkin, nuestra única
oportunidad. En los años setenta del siglo XX diversos
autores alertaban ya sobre la necesidad de una transformación
de este tipo. Así, el psicoanalista y crítico cultural
Erich Fromm afirmaba de manera rotunda en su clásico
¿Tener o ser? que «por primera vez en la historia, la supervivencia
física de la especie humana depende de un cambio
radical en el corazón humano». Treinta años después,
esta transformación inaplazable puede apoyarse en una
creciente cantidad de evidencias de la biología, las ciencias
cognitivas, la antropología, la psicología y los estudios
sobre el desarrollo infantil. El momento es ahora.
El libro concluye con una pregunta: «¿Podremos alcanzar
la conciencia biosférica y la empatía global a tiempo para
evitar el colapso planetario?» Parte de la respuesta radica
en el corazón y en la mente de cada uno de nosotros.

Jordi Pigem

Parece ser un libro extremadamente interesante y este texto fue publicado en la revista Agenda Viva Inverno 2010. Voy buscarlo en las librerías...

http://www.agendaviva.com/sites/agendaviva/files/AgendaViva22_Invierno2010.pdf