sábado, 13 de junio de 2009

Reciclar; es pura necesidad.


El agua embotellada necesaria para la sexta parte de la población que no tiene acceso a agua potable, se consume cada vez más, incluso en las zonas donde el agua corriente es segura y fácilmente accesible.

Antes de la industrialización, la basura estaba formada, principalmente, por excrementos de personas y animales, sobras de alimentos y pedazos de barro y cristal. La mentalidad de "usar y tirar" no exístia por la carencia de bienes. En las naciones desarrolladas, una familia normal - que hace 150 años utilizaba unos 150 productos - gasta hoy 20.000 bienes de consumo: desde refrescos hasta móviles, desde yogures hasta ordenadores. Con el enorme despilfarro de embalajes que conlleva. Todo, en algún momento, se tira. Todavía los métodos de reciclaje sostenible no son rentables desde un punto de vista ecológico y económico. No obstante, en países emergentes, como China, reciclar la basura puede garantizar la supervivencia. Aunque sea en un mundo paralelo, lejos de la economía oficial.
Un planeta de residuos
Cuanto más elevados son los ingreso, más se consume y más residuos se generan. Estados Unidos es el mayor país productor de desechos: 2 kilos por habitante y día. Los japoneses, con un consumo similar, producen más de 1 kilo de basura. A lo largo de su vida, cada estadunidense genera unas 600 veces su peso en papel, plásticos y otros materiales, que terminan en los vertederos.
Fuente: Revista GEO / Una visión del mundo.